André-Pierre Gignac acercó a Tigres en el Clásico Regio 139, cuando el equipo estaba perdiendo 3-1, antes de concluir la primera mitad, el francés hizo el 3-2 al cobrar una pena máxima.

Con esa anotación, el Bomboro llegó a 14 goles en los clásicos ante Rayados, siendo el máximo anotador en estos duelos fraternales; además, incrementa su cuota en Tigres como su máximo goleador con 215 tantos.

En el tiempo agregado de la primera parte, cuando Tigres perdía 3-1, la esperanza de meterse al juego surgió; el árbitro Óscar Mejía fue al VAR, ya que le notificaron que había una mano de Fidel Ambriz dentro del área, en un tiro de Fernando Gorriarán.

Se analizó y se confirmó que era un penal a favor de Tigres. Gignac fue el encargado de cobrar, disparó raso al costado derecho de Estaban Andrada, quien estuvo a nada de atajar, pues alcanzó a tocar el balón, pero no con la fuerza suficiente para desviarlo fuera del arco y así cayó el 3-2 al 45'+8.

Se trataba del gol 14, Gignac nuevamente le hacía daño a Rayados y en su cancha, donde levantó el título de Liga en el Apertura 2017, y donde ya ha convertido seis de esa cuota que lo tiene como máximo anotador frente a la Pandilla.

Fue así que en su festejo, el francés no dudó en celebrarlo frente a los aficionados y jugadores de la banca, diciendo "¡aquí es mío!", al mismo tiempo que señalaba la cancha del Estadio BBVA; incluso, en la semana en Multimedios, la licenciada María Julia Lafuente hizo tendencia la frase que la casa de Rayados era el "patio de Gignac".